domingo, 31 de enero de 2010

Que ganas de que fuera invierno, y lloviera despacito, un día melancolico pero contigo.
Que ganas de caminar de tu brazo, ir en busca de café y luego abrazarnos.
Que ganas, pero que ganas de besarnos en la calle,
¿te dan ganas?
Ay! que ganas de confundirnos entre la masa, que ganas de mojarme en la lluvia y luego llegar a un lugar intimo, nuestro, donde podamos secar nuestras ropas y fumar mientras hacer pequeña la espera.
Jugar a perdernos de nuestros cuerpos, de nuestras ganas, de los deseos, de la nada o del todo, que ganas, pero que ganas de besarnos bajo la lluvia, delante de toda la gente, que ganas de un café con chocolate.
Que ganas enormes de ti...