lunes, 11 de febrero de 2008

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Nunca he sido una buena persona, pero me he esmerado en tratar de serlo. A menudo te miento intentando que me aceptes y me quieras más...No es que quiera ser como tu, pero dicen por ahi si no puedes ir en su contra, unete...y eso estoy haciendo...sin sentirme tan comoda...Solo quiero que veas que estoy ahi, cerca tuyo...

sábado, 2 de febrero de 2008

La amistad



.-Lo normal es que nos guste tener amigos: el ser humano es social por naturaleza, crece y madura con el trato con otras personas. Y así como la familia nos proporciona fundamentalmente compañía, afecto cotidiano, apoyo incondicional, estabilidad emocional y una dimensión trascendental de la vida, los amigos aportan preferentemente aire fresco, diversidad, entretenimiento, la posibilidad de desarrollar aficiones y de comunicarnos en un ambiente de cordialidad y desenfado. Nos ofrece la oportunidad de evadirnos de los problemas cotidianos. Pero no todos los amigos son igual de importantes; hablemos hoy de esos que muestran interés por lo que nos ocurre, de los que siempre están dispuestos a aportarnos consejo, apoyo, cercanía y afecto; en otras palabras, los buenos amigos, los imprescindibles. La mayor parte de nosotros tiene amigos, o los ha tenido. Pero, con el paso del tiempo, cambia nuestra de manera de ser, nuestros intereses y por eso cambian nuestras prioridades.Además, conforme pasan los años, algunos tendemos a volvernos más resabiados, reservados, egoístas, maniáticos o individualistas. Así, nos hacemos exigentes y menos abiertos, tolerantes y comprensivos, con lo que nos cuesta hacer nuevos amigos e incluso mantener los que teníamos, y se hace fácil perder a un amigo y difícil resulta recuperarlo ademas pensamos que la culpa no fue nuestra. Cada persona, de todos modos, es un mundo: algunas gustan de amistades íntimas y otras prefieren una relación más superficial, pero también hay quien tiene unos pocos amigos íntimos mientras que con los otros comparte la vida social menos personal. La clave no es tener muchos amigos, sino los suficientes para satisfacer nuestra necesidad de relación ajena a la familia.
Dar y recibir
La amistad es una relación de reciprocidad. No vale que se quiera mantener una amistad con alguien, ambas personas han de desearlo y deben participar de un similar concepto de lo que significa la amistad y de la implicación que conlleva. Para reflexionar y para decidir sobre nuestras dudas, para admitir sin derrumbarnos las frustraciones y el dolor, necesitamos experiencias, conocimientos y seguridades que han provenir también de nuestro exterior y de nuestra familia. Gracias a los amigos nos vamos conociendo, nos desarrollamos y tenemos la compañía necesaria para recorrer la vida sin miedo excesivo a las caídas, ya que actúan como amortiguador, como un punto de apoyo para seguir adelante. No con todos los amigos mantenemos la misma cercanía emocional. La diferencia estriba en cuánto y cómo compartimos, en el grado de implicación e intimidad en el que interactuamos. Las situaciones difíciles por las que todos pasamos se encargan de distinguir la calidad de nuestras amistades. Porque es muy habitual que amigos de toda la vida mantengan una relación superficial en la que compartir el tiempo de ocio es la única plasmación de la relación... Yo creo que tengo a los mejores amigos del Mundo!!*